Más abajo, en la parte suroccidental de La Alpujarra granadina encontramos Órgiva, abriéndonos la puerta de acceso a nuestro vergel, y considerada como la capital de La Alpujarra occidental y donde conviven en armonía los rasgos más modernos con los más clásicos alpujarreños.

Curiosamente, durante muchos siglos fue conocida como Albacete de Órgiva ya que en época nazarí se denominó Albastch, que significa “llano”, y en 1492 se convirtió en lugar de residencia de Boaddil, el último sultán del reino nazarí de Granada.

En un recorrido por sus calles no podemos dejar de contemplar el Palacio de los Condes de Sástago, construido sobre una antigua torre morisca y que hoy ocupa el ayuntamiento; la Parroquia de Nuestra Señora de la Expectación, donde se encuentra el milagroso y venerado Cristo de la Expiración y de la que se cuenta que durante la Guerra Civil cayeron dos bombas sobre la Iglesia, donde se había refugiado toda la población de Órgiva, y que no llegaron a explotar por la intercesión del Cristo, contándose también que a causa de unas obras que se iban a llevar a cabo en la Iglesia, había que trasladar su imagen a otro lugar mientras estas duraran y que al acercarse al Río Chico, la imagen se volvió tan pesada que no pudieron continuar el camino, debiendo devolverla a la Iglesia.

La Ermita de San Sebastián, donde se encuentra el patrón de Órgiva, situada en la parte alta de una colina y desde la que se pueden divisar unas espectaculares vistas del pueblo se construyó en el siglo XVI sobre los restos de una fortaleza visigoda en honor al santo y en agradecimiento por la protección a la población de una epidemia de peste bubónica y de una peligrosa inundación gracias a que una enorme piedra se interpuso impidiendo que el agua llegara al pueblo. Se dice que cuando la gente fue a agradecerle al santo, este tenía los pies manchados de barro por lo que se pensó que fue él quien puso la piedra.

En Órgiva, además, podemos encontrar una de las bibliotecas más curiosas de Europa, el Aula Cervantina, donde se recogen cientos de ejemplares de la obra de Miguel de Cervantes, en más de 80 idiomas diferentes.

Órgiva nos ofrece también una abundante gastronomía protagonizada por las Sopas de Pan y Maíz, elaborada con pan de maíz, orejones de tomate, ajos, cominos y laurel; el Pimentón de bacalao, con bacalao, patatas, cominos y frutos secos; la Torta de higos secos, el choto al ajillo y los huevos fritos con ajos.