Pero donde las leyendas sitúan a más brujas y hechiceras es en Soportújar, donde se cuenta que estos personajes eran capaces de curar un sinfín de situaciones. Ubicado en La Alpujarra alta y ocupando gran parte de su término el Parque Nacional de Sierra Nevada, es uno de los pueblos más bonitos de Granada y uno de los últimos bastiones de los moriscos, rica en soportales, que le dan nombre, “lugar de soportales”, y donde a la misma entrada del pueblo nos sorprende la gran cabeza de una bruja y, un poco más atrás, la llamada Cueva del Ojo de la Bruja, una gruta que se dice habitada por una hechicera que vigila con su ojo todo lo que ocurre en el pueblo.

La calle principal del pueblo nos lleva a la Iglesia y al Mercado de Abastos junto al que yace una pequeña fuente, la de las Brujas, decorada con azulejos moriscos. Y frente a la Iglesia, El mirador del Embrujo.

En este marco mágico también nos dejaremos embrujar pos su gastronomía, de la que destacan el Puchero de hinojos, la Cazuelilla Gitana, las Gachas colorás, las sopas de ajo frito, las migas, y los buñuelos del día de San Antón.